
Del escándalo al estrellato: cuando Winona Ryder fue arrestada por robo y años después terminó siendo rostro de la misma marca

- ¿QUÉ PASÓ?
Winona Ryder fue una de las grandes estrellas de los 90: talentosa, hermosa y con ese aire único que la hizo inolvidable en películas como Beetlejuice y El joven manos de tijera. Pero en 2001, su carrera dio un giro inesperado… y no precisamente por un papel nuevo.
El 12 de diciembre de ese año, la actriz fue arrestada en Los Ángeles por robar ropa en Saks Fifth Avenue, una tienda de lujo en Beverly Hills. Lo que se llevó no era gran cosa para alguien con su cuenta bancaria: un suéter, algunos accesorios para el cabello y varios pares de calcetines. ¿El valor total? Unos 4.700 dólares.
Las imágenes de las cámaras de seguridad se filtraron y todo el mundo quedó en shock. ¿Winona robando? ¿Por qué, si claramente podía pagar por eso?
Según el abogado de la tienda, no era la primera vez que lo hacía. Pero como se trataba de una celebridad, los encargados no sabían cómo manejarlo. Al ver que se volvía algo repetitivo, decidieron actuar.
- El juicio y la condena
Un año después, en diciembre de 2002, Winona enfrentó un juicio que duró 13 días. Al final, fue condenada a tres años de libertad condicional, tuvo que pagar 3.700 dólares de multa y otros 6.355 por lo robado.
Su abogado aseguró que ella nunca usó la ropa y que todo se debía a una condición psicológica: cleptomanía. Además, la policía encontró medicamentos como ansiolíticos, sedantes y antiepilépticos entre sus cosas. Los había conseguido de forma ilegal gracias a un doctor que era conocido por recetarles cosas a las celebridades sin tanto papeleo.
- Habló años después
Después del escándalo, Winona desapareció del ojo público por un buen tiempo. Se mudó a San Francisco, vivió cerca de sus padres y comenzó una pausa voluntaria en su carrera. También hizo terapia y cumplió 480 horas de servicio comunitario, trabajando en centros médicos, uno de ellos para niños ciegos y otro enfocado en pacientes con VIH.
No fue sino hasta agosto de 2007 que rompió el silencio en una entrevista con Vogue:
“Si hubiese hecho daño físico a alguien hubiese sido algo totalmente diferente. La atención mediática que recibí me avergonzó muchísimo. Yo preferí no decir ni una palabra al respecto. No publiqué un comunicado, no hice absolutamente nada. Simplemente esperé a que la gente lo olvidase”.
Contó también que dejó casi por completo los medicamentos y que su familia fue un gran apoyo durante todo ese tiempo.
- Su regreso (¡con todo!)
En 2016, ya más tranquila y con otra perspectiva, habló con Net-A-Porter y explicó un poco más lo que pasó:
“A nivel psicológico, creo que debía estar en un momento en el que lo único que quería era parar. No me voy a meter en detalles sobre lo qué pasó, pero no fue lo que la gente piensa. ¡Y tampoco fue el robo del siglo! Pero me permitió tener tiempo para saber qué era lo que realmente necesitaba, volví a San Francisco y me dediqué a cosas que… digamos que tenía otros intereses”.
También reveló que muchas personas le aconsejaban no dejar de actuar:
“La gente me decía, ‘No deberías hacerlo, tienes que seguir trabajando porque si no todo el mundo se olvidará de ti’. Pero he aprendido a no escuchar todo lo que me dicen”.
Ese mismo año, regresó con fuerza como Joyce Byers en Stranger Things, la serie de Netflix que la volvió a poner en el centro de atención. Y en 2024, se lució como protagonista en Beetlejuice Beetlejuice.

¿La mejor parte? Se convirtió en la imagen de Marc Jacobs, ¡una de las marcas que había robado! Se hizo amiga del diseñador y en 2022 fue el rostro de la campaña del exclusivo bolso J Marc Shoulder Bag. Ironías de la vida, ¿no?