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Poderoso avión F-35 se estrelló y sus restos están en las profundidades del Mar de China Meridional, hay preocupación por recuperarlo por su tecnología ultra secreta

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  • ¿QUÉ PASÓ?

El F-35C, un caza furtivo de un solo motor y el jet más nuevo de la flota de la Marina de EE.UU., se estrelló en el portaaviones USS Carl Vinson durante operaciones de rutina, dijo la Marina.

El avión de combate de US$100 millones impactó la cubierta de vuelo del portaaviones de 100.000 toneladas y luego cayó al agua cuando su piloto salió eyectado, dijeron funcionarios de la Marina. El piloto y seis marineros a bordo del Vinson resultaron heridos.

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  • ¿QUÉ SUCEDE?

En ese contexto, la Armada de Estados Unidos (US Navy) se encuentra en una carrera contra el tiempo para recuperar la poderosa aeronave desde las profundidades del mar del sur de China.

En estos momentos a la marina norteamericana le urge recuperar lo antes posible los restos del jet, cuya tecnología se considera ultra secreta, dado que la aeronave se accidentó en una zona de 3.3 millones de kilómetros cuadrados que la potencia asiática reclama como suya.

  • ANTECEDENTES

El portaviones USS Carl Vinson se encontraba operando en el lugar para mantener una presencia estadounidense que asegure un “Indo-Pacífico abierto y libre”, aseveró la institución militar en un comunicado, sin revelar la ubicación exacta de la zona.

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  • MIEDO DE ESTADOS UNIDOS

Según expertos militares consultados por CNN, el mayor temor del Pentágono es que uno de sus mayores rivales se apodere de los restos del avión o pueda extraer de ellos información valiosa sobre su tecnología.

“Es seguro que China tratará de localizarlo y analizarlo usando sus submarinos y algunos sumergibles de gran profundidad”, señaló a la cadena el ex director de operaciones del Centro de Inteligencia Conjunta de EEUU en el Pacífico, con sede en Hawái, Carl Schuster.

El profesional aseveró que Pekín incluso podría reclamar como suyo el naufragio, basado en la legislación internacional y acorde a sus reclamaciones territoriales.

“China podría argumentar que se trata de un peligro medioambiental o que se trata de equipo militar extranjero en sus aguas para justificar su derecho a retirar el avión”, indicó Schuster.

Sin embargo, Collin Koh, investigador adjunto de la escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam de Singapur, cree que el gobierno de Xi Jinping no se atrevería a desafiar tan abiertamente a Estados Unidos.

“Apoderarse del avión sería un gran riesgo de aumentar las tensiones con EEUU. Dudo que Pekín tenga el coraje para hacerlo. No obstante, sí podemos esperar que China siga con todo detalle cualquier operación para recuperar la nave que realice Washington”, concluyó.

Al parecer tendrán tiempo. Según informa CNN, los barcos de rescate más próximos se encontrarían de 10 a 15 días de navegación hasta la zona, mientras que una operación de recuperación podría tomar hasta 120 días en completarse.

Recién en noviembre de 2021, un F-35B de despegue vertical operado por la Armada británica, tuvo un problema al iniciar su vuelo desde el portaaviones HMS Queen Elizabeth, cayendo al mar Mediterráneo. El ministerio de Defensa inglés confirmó a comienzos de enero que en diciembre lograron recuperar la nave, preocupados de que la inteligencia rusa pudiera analizar los restos.

Mientras, en abril de 2019, un F-35A de la Fuerza Aérea de Japón, desapareció del radar y se estrelló en el mar luego de que su piloto reportara problemas técnicos.

En este último caso sólo se hallaron pequeños fragmentos de la nave, debido a que se habría estrellado a toda velocidad contra el océano.

Finalmente, los investigadores de accidentes de la armada norteamericana serán los responsables de determinar las causas de la ocurrencia de este y dictaminar las recomendaciones para evitar su repetición en el futuro. Estos aparatos operan en todo tiempo atmosférico y con sus sofisticados sistemas electrónicos y operacionales a bordo, aterrizan y se detienen por medio de tres o cuatro cables de acero que cruzan la cubierta a intervalos de 20 pies (6 m) que frenan completamente la aeronave que se desplaza a 150 mph (241 km/h), en aproximadamente 320 pies (98 m).

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